por Pilar Jorge Martín. Escritora, divulgadora y redactora de literatura y cine infantil con valores y planes en familia @pilarjorgemartinescritora
“Querido Papá Noel, queridos Reyes Magos este año quiero un juego de mesa, un libro, ese juguete que canta, un reloj digital con cámara de fotos, un balón, la camiseta de mi jugadora favorita, un peluche, un estuche nuevo, y además alguna sorpresa.
Siempre traéis lo que pido, espero que podáis con todo. Con todo mi cariño, un niño o una niña “hiperregalada”
Querido lector, cada año en estas fechas las cartas de miles de niños y niñas se llenan de deseos e ilusiones en forma de juguetes.
Unas cartas perfectas para ellos, pero que como adultos debemos velar por su salud emocional y eso también forma parte de esas líneas que escriben desde la mayor de sus ilusiones.
Quizás leyendo estas líneas pueda parecer exagerado, pero hagamos una reflexión ¿Cuántos regalos reciben? ¿Cuántos realmente quieren? ¿Con cuántos realmente juegan a partir del día después?
Si respondiéramos o hiciéramos un estudio en profundidad de estas cuestiones, creo que a nadie le sorprenderían las respuestas, porque, en realidad las conocemos
El exceso de regalos conlleva a una falta muy grande de motivación por los mismos, es abrir por abrir, sin valorar o disfrutar del contenido de cada uno de ellos.
Por otro lado, disminuye la tolerancia a la frustración, ellos tienen siempre todo lo que piden y lo saben.
A nivel neuropsicológico sabemos que no favorece a su capacidad de atención, concentración, esfuerzo y creatividad.
Por estos motivos, los adultos tenemos un papel crucial y fundamental para evitar esta problemática en los más pequeños
Para ello, es esencial establecer un límite claro, enseñarles la importancia de elegir bien y saber que no necesitan todo lo que quieren, de esta manera estaremos cuidando también de su salud emocional.
Desde nuestro diario de las buenas noticias, queremos recomendaros la regla de los cuatro regalos
Esta, puede ser un buen punto de partida para educar a los hijos tanto a la hora de valorar los regalos que reciben como a su vez en un consumo responsable.
De acuerdo con esta regla, es recomendable contar con un juguete educativo, como un libro; un juguete útil, como una mochila o material escolar; algo que necesiten, como ropa; y un juguete que realmente deseen.
Querido lector, como parte responsable del desarrollo de los más pequeños
Debemos tener sentido común para fomentar en ellos la capacidad de valorar la necesidad, enseñarles a ser críticos y también, diferenciar entre lo que necesitan y lo que quieren y así estaremos educando en valores y en la responsabilidad.
Estaremos cuidando de sus emociones, sentimientos y ayudándoles, sin que se den cuenta a descubrir la felicidad, ya que seguramente menos será mucho más.
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